El verano está en pleno apogeo, lo que significa que es hora de lucir lo mejor posible. Si ha seguido algún tipo de medio de comunicación o red social sobre dietas, es probable que esté familiarizado en cierta medida con la dieta cetogénica.
La dieta se basa en un estilo de vida que consiste en un consumo bajo de carbohidratos y cantidades moderadas a altas de proteínas y grasas. Aunque suene simple, en realidad la dieta implica mucho más de lo que crees. En este artículo, analizaremos los aspectos básicos de la dieta cetogénica y te brindaremos algunos consejos para implementarla en tu vida diaria.
¿Qué es?
Muchas personas tienen la falsa impresión de que la dieta cetogénica consiste en comer cantidades poco saludables de grasas en forma de mantequilla, tocino y otros productos alimenticios. Aunque hay algo de verdad en esto, hay más complejidad de la que se cree.
La dieta cetogénica ha ganado popularidad en los últimos años, pero en realidad existe desde hace más de un siglo. Originalmente introducida en la década de 1920 como un tratamiento para personas con epilepsia como método para reducir la epilepsia, la cetosis ahora se utiliza para aplicaciones dietéticas en forma de pérdida de peso y cumplimiento de la salud.
El estilo de alimentación consiste en ingerir grandes cantidades de grasa, cantidades bajas o moderadas de proteínas y un mínimo de carbohidratos (1). Aunque no hay una regla fija, la dieta cetogénica apunta a que aproximadamente el 5 % de las calorías provengan de carbohidratos, el 20 % de proteínas y hasta el 75 % de grasas alimentarias. Por lo general, los carbohidratos se pueden consumir por debajo de los 50 g al día.
Cómo funciona
La dieta cetogénica funciona mediante la restricción de carbohidratos como una forma de poner el cuerpo en un estado de cetosis nutricional, un efecto metabólico que ayuda a producir cetonas. Las cetonas son subproductos solubles en agua de la descomposición de la grasa en el hígado. Durante los estados prolongados de ayuno, los cuerpos cetónicos se convierten en una fuente importante de energía para el cerebro (2).
Por lo general, el cuerpo utiliza carbohidratos que, con el tiempo, se transforman en glucosa, ya que es el monosacárido más común que se encuentra en la naturaleza. Cuando la glucosa en sangre es baja, el hígado descompone el glucógeno y aumenta la glucosa en sangre. Con el tiempo, cuando el nivel de glucosa en el cuerpo es bajo, se produce un proceso de gluconeogénesis. Esto significa que el cuerpo utilizará proteínas y grasas para obtener energía. Depender menos de los carbohidratos para obtener energía aumenta la producción de cetonas. A medida que el cuerpo cambia sus fuentes de energía, la producción de cetonas aumenta.
¿Para quién es?
La dieta cetogénica no es necesariamente aplicable a un único grupo demográfico o grupo de personas, pero se utiliza con mayor frecuencia para iniciar la pérdida de peso. Muchas personas experimentan una rápida pérdida de peso inicial con la dieta cetogénica debido a una reducción en la ingesta de calorías. Sin embargo, además de la pérdida de peso, también puede proporcionar una serie de beneficios para la salud, entre ellos:
Para otras personas, puede ser simplemente una forma de alimentación más sencilla de seguir sin tener que preocuparse tanto por contar calorías o macronutrientes. Si buscas una dieta fácil de seguir, la dieta cetogénica también puede ser un método sostenible para mejorar la salud y el bienestar general.
Pros y contras
Al igual que con cualquier estilo de dieta, es posible que no funcione a la perfección para todas las personas. Debe tener en cuenta su estilo de vida, preferencias y objetivos de salud personales antes de seguir la dieta cetogénica.
Ventajas:
Contras:
Como ocurre con cualquier tipo de dieta, existen aspectos positivos y negativos. La clave es encontrar una dieta que se adapte bien a tu estilo de vida y a tus objetivos de salud. Si buscas una dieta relativamente sencilla, la dieta cetogénica podría ser la forma perfecta de poner en marcha tus objetivos de pérdida de peso.
Referencias: