Lamentablemente, los trastornos alimentarios son una realidad en la vida de muchos jóvenes. Por lo general, se desencadenan al comienzo de la pubertad; 28,8 millones de estadounidenses padecen trastornos alimentarios a lo largo de su vida, y esa cifra sigue aumentando.
El tipo más común de trastorno alimentario, y también el último en ser reconocido oficialmente en el DSM ( Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), es el Trastorno por Atracones, también conocido bajo la abreviatura BED.
Las personas que padecen trastorno por atracón a menudo no se dan cuenta de que padecen un trastorno alimentario. Esto hace que millones de jóvenes estadounidenses no reciban diagnóstico ni tratamiento y vivan una vida de tormento debido a su relación con la comida.
Una persona con trastorno por atracón puede verse atrapada en un ciclo interminable de dietas, atracones, autorecriminación y autodesprecio. Por eso, queríamos dedicar esta entrada del blog a arrojar luz sobre este asunto con la esperanza de ayudar a alguien a reconocer que no está solo y que hay formas de liberarse de las cadenas del trastorno por atracón.
¿Qué son los atracones?
Los atracones se caracterizan por una sensación de falta de autocontrol, ya sea la falta de control sobre la cantidad de comida que se consume o la incapacidad de dejar de comer.
Se dice que una persona que cumple 3 o más de los siguientes criterios tiene trastorno por atracón:
- Comer mucho más rápido de lo normal
- Comer hasta sentirse incómodamente lleno
- Comer grandes cantidades de comida cuando no se tiene hambre
- Comer solo por vergüenza de la cantidad de comida que uno está comiendo
- Sentirse disgustado con uno mismo, deprimido o muy culpable después de comer en exceso.
Es importante señalar que los atracones son más que comer en exceso. Comer en exceso es normal. Alguien puede comer en exceso si repite una ración en un evento familiar o si pide dos postres en lugar de uno en una cita.
El trastorno por atracón es un trastorno de salud mental que puede afectar gravemente la salud física y psicológica de una persona. Las personas con trastorno por atracón se comprometen continuamente a dejar de comer en exceso, pero la compulsión y los deseos de hacerlo son tan fuertes que se sienten incapaces de resistirlos.
Entonces, aunque mantiene una apariencia externa de alimentación “normal”, una persona con trastorno por atracón está constantemente luchando una batalla interna que parece que no puede ganar.
¿Qué causa los atracones?
Los atracones pueden deberse a muchos factores diferentes de la vida. Desde la genética y la crianza hasta la salud mental y las presiones sociales, las siguientes son 6 de las razones más generales y universales por las que una persona puede tener problemas con el trastorno por atracón:
1. Genética
Los trastornos alimentarios tienden a ser hereditarios. Un padre con antecedentes de atracones alimentarios puede transmitirlos a sus hijos a través de los genes. Si bien la genética no significa con certeza que alguien vaya a tener un trastorno alimentario, sí aumenta las probabilidades de desarrollarlo en comparación con quienes no tienen esa predisposición genética.
2. Familia y crianza
Somos el resultado de los hábitos que nos enseñan de niños. Estar expuestos a un miembro de la familia que exhibe conductas de trastorno por atracón crea inconscientemente ese hábito en nosotros. Como resultado, se crea una conexión que implica que los atracones son un mecanismo de afrontamiento y el trastorno alimentario se vuelve a transmitir.
3.Depresión
Los investigadores han observado una correlación entre la depresión y los atracones. Sin embargo, aún no está claro si las personas se dan atracones porque están deprimidas o están deprimidas porque se dan atracones.
4. Baja autoestima
Los problemas de autoestima están en su punto más alto en el mundo de las redes sociales de hoy en día. Estar constantemente expuesto a personas aparentemente perfectas con sus rostros perfectos, cabello perfecto, cuerpos perfectos y vidas perfectas causa mucho daño a la vida de un individuo joven. La presión de querer ser perfecto conduce a relaciones negativas con la comida, y una de las formas en que se puede llegar a esa conclusión es en forma de atracones de comida.
5. Estrés y ansiedad
Comer por motivos emocionales es algo común y normal. La comida es reconfortante, por lo que es completamente normal recurrir a tu comida favorita después de un descanso o de un acontecimiento estresante. Sin embargo, la diferencia entre comer por motivos emocionales y comer en exceso es que comer por motivos emocionales suele ser temporal y no conduce a un atracón crónico. Dicho esto, las personas con trastorno por atracón son más propensas a darse atracones cuando se sienten estresadas o ansiosas.
6. Dietas extremas
A menudo, como resultado de una baja autoestima, las dietas extremas son una de las principales razones por las que las personas desarrollan trastorno por atracón. Seguir dietas poco saludables, saltarse comidas o comer muy poco pone al cuerpo en un estado de inanición y supervivencia. Esto hace que, con el tiempo, el cuerpo tome el control y lo obligue a comer en exceso para compensar la falta de calorías y nutrientes que necesita para funcionar con normalidad.
Qué hacer después de un episodio de atracones
El camino hacia la recuperación no es fácil. Está lleno de altibajos, así que que esto te sirva como recordatorio de que si te das un atracón, no pasa nada y es algo que sucede. Si te das un atracón, aquí tienes algunos pasos que puedes seguir para asegurarte de no reaccionar de una manera que pueda hacerte más daño:
1. No te castigues a ti mismo
Un episodio de atracones suele ir seguido de un tsunami de sentimientos negativos. Vergüenza, desesperanza, ira y decepción son solo algunas de las emociones que inundan a las personas después de un atracón.
Cuando esto suceda, recuerda que los atracones son una realidad y que la curación no es un proceso lineal. En lugar de castigarte, tómate un tiempo para cuidarte. Hazte amigo de tu cuerpo y date cuenta de que es tu hogar, no un cartel publicitario que muestras al mundo.
2. Descubra qué salió mal
Una vez que te hayas calmado, intenta reflexionar sobre lo que acaba de pasar. Averigua qué desencadenó el atracón. ¿Fue el hambre? ¿Fue la tristeza? ¿Fue el estrés? ¿Tuviste un mal día o te enfrentaste a una situación negativa?
Por difícil que sea este paso, es importante que comprendas qué fue lo que te provocó ese comportamiento y por qué. De hecho, te lo debes a ti mismo, porque comprender la causa y el motivo de tus conductas autodestructivas es el primer paso para avanzar en tu camino hacia la sanación.
3. Cumplir con su horario
Lo que parece natural después de un atracón es ayunar o saltarse comidas. Esto es lo peor que puedes hacer. Restringirte después de un atracón solo te coloca en otro camino que te lleva a volver a comer en exceso.
Lo ideal es que continúes con tu rutina habitual. Si te das un atracón el sábado por la noche, no pases el domingo ayunando. En lugar de eso, haz todas tus comidas al día siguiente y continúa con tu rutina normal. Tu cuerpo se recalibrará solo.
Saltarse comidas después de un atracón altera tu rutina, te quita estructura y provoca caos interno . Al fin y al cabo, es una forma de autolesión. Además, la falta de estructura que supone saltarse comidas es el caldo de cultivo ideal para los atracones. Así que, hagas lo que hagas, no empieces a saltarte comidas.
4. Salga y haga actividades
Los atracones son una experiencia traumática, por lo que lo último que quieres hacer es permanecer en el mismo entorno donde ocurrió.
Sal de casa, sal de la cocina y deja atrás el atracón. No intentes aislarte y dejar que los sentimientos negativos se acumulen. Sal a caminar, reúnete con amigos, escucha música en el parque... haz cualquier cosa que te haga olvidar lo que acaba de pasar. Una vez más, no sale nada bueno de castigarte por ello.
5. Pide ayuda
Tener un sistema de apoyo sólido es extremadamente importante y beneficioso. Si bien puede resultar aterrador hablar abiertamente con alguien sobre los trastornos alimentarios, es de gran ayuda contar con un familiar o amigo de confianza al que recurrir para recibir apoyo emocional cuando lo necesite.
Recuerda que tú eres tu peor crítico. Hablar con alguien puede ayudarte a obtener nuevas perspectivas o incluso a quitarte un peso de encima. Quítatelo del pecho y, quién sabe, tal vez incluso ayudes a otra persona que esté pasando por un momento difícil a darse cuenta de que no está sola.
Lo peor que puedes hacer después de un atracón es aislarte y empezar a planificar tu nueva dieta y todas las nuevas reglas alimentarias que la acompañan. Las dietas que ideamos en este estado mental tienden a ser extremadamente restrictivas y actúan como una forma de autocastigo. Esto solo conducirá a otro episodio de atracón que solo reactivará el ciclo de atracones y dietas extremas.
Cómo detener un ataque de atracón antes de que ocurra
Como mencionamos anteriormente, es importante recordar que el cambio no ocurre de la noche a la mañana. A menudo, durante el proceso de curación, sentirás deseos de comer en exceso, pero a medida que pase el tiempo, notarás que esos impulsos aparecen con menos frecuencia y se vuelven más fáciles de controlar.
No hace falta decir que buscar ayuda profesional es la mejor opción, pero la autoayuda también es un buen punto de partida. Cientos de recursos te muestran métodos que te ayudarán a arrojar luz sobre los pensamientos y creencias subconscientes que alimentan tu trastorno por atracón. Cuanto más en condiciones estés de observar tus comportamientos y lo que los alimenta, más control tendrás sobre ellos.
Sin embargo, hay medidas que puedes tomar desde ahora mismo para ayudar a evitar los atracones y salir de ese ciclo.
1. Programa tus comidas y no te las saltes.
Esto garantizará que tenga un plan de alimentación estructurado y sepa exactamente qué esperar de sus comidas en lugar de guiarse únicamente por sus sensaciones. Prepárese para el éxito y no fracasará.
2. Evite la tentación planificando con anticipación
Planifica y programa los caprichos en tu plan de comidas de la misma manera que programarías un descanso en tu jornada laboral. Hacerlo te ayudará a crear un estilo de vida equilibrado en el que no te sientas limitado a la hora de comer los alimentos que te gustan y te ayudará a evitar los atracones cuando estés expuesto a ellos.
3. Construye un sistema de apoyo
Ya sea un familiar, un amigo o alguien que hayas conocido en una comunidad en línea, tener a alguien a quien recurrir en tus momentos de debilidad puede ayudarte a aliviar la presión de emprender este viaje solo. Por supuesto, debes recordar que no debes depender de tu sistema de apoyo: al final del día, debes hacerte responsable. Nadie va a hacer el trabajo por ti.
4. Ponte en movimiento
Los atracones suelen desencadenarse por el ansia corporal de dopamina, que se libera al comer. El ejercicio, ya sea una caminata diaria, una sesión de ejercicio o una clase de pilates, no solo es un excelente calmante del estrés, sino también una excelente manera de liberar hormonas de la "felicidad", como la dopamina, las endorfinas y la serotonina.
5. Siga una dieta rica en fibra y proteínas.
La fibra y las proteínas requieren mucho tiempo para digerirse, lo que significa que te ayudarán a mantenerte lleno y saciado durante largos períodos de tiempo para que pases menos tiempo luchando contra los antojos y más tiempo invirtiendo en las cosas que amas.
6. Encuentra formas alternativas de desestresarte
La meditación, el yoga o los ejercicios de respiración profunda son excelentes para conectarte con tu niño interior y comprender mejor qué es lo que le duele. Esto es fundamental para tu recuperación.
7. Mantente hidratado.
Tu cuerpo no reconoce la diferencia entre la sed y el hambre. Beber mucha agua te ayuda a evitar las falsas señales de hambre que pueden hacer que pierdas el control y comas en exceso.
8. Practica la atención plena
Probablemente lo más difícil de conquistar es la atención plena al comer, que es el objetivo de cualquier persona que se esté recuperando de un trastorno alimentario, especialmente cuando se trata de un trastorno por atracón. Un consejo que me ha ayudado mucho es tener siempre las manos vacías entre bocado y bocado. Esto me ayuda a comer más despacio para poder procesar mejor las señales de hambre de mi cuerpo.
Si sientes la necesidad de comer en exceso, aparece:
- Siéntate con tus emociones
- Levántate y haz algo que te distraiga de la comida.
- Llama a un amigo y háblalo
- Ve a tu lugar feliz
- Mantente positivo
Al final, el objetivo es sanar la parte de ti que está sufriendo. No puedes hacerlo si te menosprecias constantemente o adoptas conductas que te hacen daño. El camino, lamentablemente, no será fácil. Pero puedo decir con seguridad que no romper el patrón es aún más difícil de soportar.
Si usted o un ser querido padece trastorno por atracón o cualquier otro tipo de trastorno alimentario, comuníquese con la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios para obtener la ayuda que necesita hoy mismo. Puede:
Llama o envía un mensaje de texto al (800) 931-2237 o únete a su chat en vivo