¿El ejercicio te hace más feliz?

La mayoría de las personas comienzan su camino hacia el fitness porque quieren sentirse más seguras de su apariencia o de sus capacidades físicas. Y si bien no hay duda de que hacer ejercicio te pone en la mejor forma de tu vida, son los beneficios mentales los que enganchan a todos.

Verás, una vez que empiezas a hacer ejercicio, ocurre algo casi mágico en la química de tu cerebro.

Pregúntale a cualquiera que haga ejercicio y descubrirás que el ejercicio es una parte fundamental de su régimen de cuidado personal. Ya sea una caminata de rutina, una clase de entrenamiento HIIT o solo tú y algunas pesas, el ejercicio funciona como una droga que te coloca sin ningún efecto secundario. Solo pura euforia.

¿Es el ejercicio la clave de la felicidad?

Se ha demostrado que el ejercicio no solo mejora el físico, sino que también mejora la sensación de bienestar, los niveles de energía, la calidad del sueño y la confianza en uno mismo. Y lo mejor es que no es necesario ser un fanático del fitness para obtener estos beneficios.

Según los CDC, una persona promedio necesita al menos 150 minutos de ejercicio a la semana. ¡Eso son solo cinco sesiones de entrenamiento de 30 minutos que te garantizarán una vida mejor y más feliz! Y ni siquiera importa lo que elijas hacer durante esos 30 minutos. Siempre y cuando te muevas un poco. ¡Es solo una cuestión de asumir ese compromiso!

Para algunos, esto puede parecer tan fácil como dar un paseo por el parque, pero la triste realidad es que, según la Oficina de Estadísticas Laborales, solo el 19,3 % de los adultos estadounidenses realizaron actividades físicas y deportivas en 2019. Eso significa que más del 80 % de los estadounidenses llevan una vida sedentaria, ¡lo cual es una locura!

Y aunque nuestros avances evolutivos nos han situado en la cima de la cadena alimentaria, hay algo que no hemos conseguido integrar en nuestra sociedad: el movimiento. Hemos llegado a una rutina diaria que prescinde de cualquier actividad física. Pasamos la mayor parte del tiempo sentados, y esa es la principal razón por la que estamos experimentando tantos problemas de salud mental y física.

El cuerpo humano es capaz de hacer muchas cosas fascinantes, pero el 80 % de nosotros nunca llegará a comprender realmente lo que significa ser humano.

Y sólo cuando utilicemos nuestros cuerpos tal como fueron diseñados para hacerlo, podremos desbloquear todos los beneficios mentales que vienen con ellos.

Cómo una dosis diaria de ejercicio afecta tu salud mental

Cuando se trata de tu salud mental, lo mejor que puedes hacer es mover el cuerpo. Tanto es así que la Asociación Estadounidense de Psiquiatría recomienda el ejercicio como una forma de lidiar y combatir la ansiedad, la depresión y el TDAH, por diversas razones.

En primer lugar, el ejercicio aumenta la frecuencia cardíaca, lo que a su vez aumenta los niveles de oxígeno. Y aunque esto no suene muy emocionante, el oxígeno en realidad desempeña un papel importante en la mejora del estado de ánimo y los niveles de energía, y todo comienza a nivel celular.

El oxígeno es lo que utilizan las células para crear energía y funcionar correctamente. Desde la curación del intestino hasta el aumento de los niveles de serotonina (una de las cuatro "hormonas de la felicidad"), el aumento de oxígeno ayuda a un mejor funcionamiento del cerebro, una mejor concentración y un mayor nivel de energía, todo lo cual conduce a un mejor estado de ánimo y a una mentalidad más positiva y pacífica.

Pero no termina ahí. El ejercicio también ayuda a liberar las hormonas naturales del bienestar del cuerpo, que es la razón por la que la mayoría de los fanáticos del fitness son adictos a su estilo de vida.

Se ha demostrado que una sesión de ejercicios de 20 a 30 minutos aumenta los niveles de dopamina, serotonina y endorfinas. Estas tres hormonas son las hormonas de la felicidad. Juntas, estas hormonas ayudan a activar el sistema de recompensa del cerebro, a combatir el dolor o el malestar y a mejorar el estado de ánimo y la sensación de bienestar. Y eso sin mencionar la confianza que te proporciona no solo lograr tu objetivo de mover el cuerpo, sino también la forma en que el ejercicio moldea tu cuerpo.

Por último, pero no por ello menos importante, lo más extraordinario del ejercicio es cómo puede alterar la estructura física y el funcionamiento del cerebro con el tiempo. Los estudios han demostrado que hacer ejercicio puede generar nuevas neuronas en el hipocampo, que es la zona del cerebro responsable de gestionar las emociones. Factores como el estrés crónico o una experiencia traumática pueden deteriorar esta zona del cerebro, lo que hace que seas más susceptible al mal humor y a problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión. El ejercicio no solo te proporciona la fuerza mental para superar estas luchas, sino que también te ayuda a reconstruir tu sistema interno de gestión emocional.

¿Cómo empiezo?

Lo mejor de todo esto es que no hace falta hacer un entrenamiento intenso para obtener los beneficios. Basta con hacer ejercicio entre 20 y 30 minutos para que te sientas bien. Y aunque se ha demostrado que los entrenamientos aeróbicos y de alta intensidad (HIIT), junto con el yoga y el taichí, son los más beneficiosos para mejorar la salud mental, cualquier tipo de ejercicio puede (y lo hará) lograr el objetivo.

Recuerda, el objetivo es disfrutar. La vida es demasiado corta para hacer ejercicios que odias. Aquí tienes una lista de ejercicios que puedes incorporar fácilmente a tu rutina diaria y que te ayudarán a convertir la felicidad en tu nueva base:

  • Caminando
  • Correr
  • Nadar
  • Yoga
  • Extensión
  • Entrenamientos HIIT
  • Boxeo
  • Saltar la cuerda / Saltar la cuerda
  • Entrenamiento de fuerza
  • Ciclismo
  • Patinaje sobre ruedas
  • Senderismo

Y si necesitas algo para empezar, aquí tienes un enlace a mi preentrenamiento favorito. Es completamente vegano, tiene ingredientes mínimos y utiliza el poder de los hongos en lugar de estimulantes fuertes para darte energía y concentración durante todo el día, ¡y no te hace sentir nervioso!